🚛 Razones para no haber hecho el CAMBIO al TACÓGRAFO INTELIGENTE de segunda generación

El cambio al tacógrafo inteligente de segunda generación ha sido un tema candente en el sector del transporte. A pesar de las regulaciones y beneficios aparentes, muchas empresas aún no han realizado esta transición. A continuación, exploramos las razones principales que podrían estar detrás de esta reticencia y analizamos su validez.

 Falta de Stock
 

Una de las razones mencionadas para no haber hecho el cambio es la supuesta falta de stock. Sin embargo, desde la red VDO, se asegura que los talleres cuentan con suficientes tacógrafos. La baja demanda es uno de los factores que evita la escasez de stock. Por lo tanto, esta razón no justifica la demora en la implementación del nuevo tacógrafo.

Confianza en una Moratoria de la Unión Europea

 

Algunos transportistas confían en que la Unión Europea pueda establecer una moratoria para la implantación del tacógrafo de segunda generación. No obstante, no hay indicios de que esto suceda. El Paquete de Movilidad, aprobado en julio de 2020, es crucial para regular el transporte internacional, y Bruselas ya permitió una excepción para los camiones matriculados entre agosto y diciembre de 2023 debido a la falta de stock.

 Estos vehículos deben actualizar sus tacógrafos en agosto de 2025, y actualmente, no hay señales de una nueva moratoria.

Falta de Tiempo

 

Otra razón es la falta de tiempo, ya que los camiones necesitan estar en constante movimiento para ser rentables. Sin embargo, las fechas de implantación del tacógrafo de segunda generación se conocen desde 2020. Las empresas han tenido tiempo de planificar esta actualización durante las revisiones o mantenimientos regulares de los camiones. Esta excusa pierde validez al considerar la anticipación con la que se anunció la regulación.

No Querer Afrontar un Coste Adicional

 

El coste de sustitución del tacógrafo, que oscila entre 1500 € y 2000 €, también es una preocupación para las empresas, especialmente aquellas con márgenes ajustados. Sin embargo, el coste de las multas por no cumplir con la normativa es significativamente mayor. Por ejemplo, en Francia, las multas pueden alcanzar los 30.000 euros. Por tanto, evitar este gasto inicial podría resultar en un desembolso mucho mayor a largo plazo.

Conclusiones

 

A pesar de las razones esgrimidas, la mayoría no parecen justificar la falta de acción en la implementación del tacógrafo inteligente de segunda generación. Desde problemas de stock hasta costos adicionales, pasando por la esperanza de una moratoria, todas estas razones tienen respuestas claras y soluciones prácticas. Es crucial que las empresas de transporte tomen las medidas necesarias para cumplir con las regulaciones y evitar sanciones significativas.

Para más información sobre temas relacionados, puedes consultar nuestro artículo sobre la importancia del tacógrafo en la seguridad vial.

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